Parece evidente que nuestra sociedad va dando cada vez más importancia al tiempo libre; podemos verlo, por ejemplo, en la importancia cada vez mayor, que dan las ciencias humanas y sociales al concepto de ocio.
El concepto de tiempo libre, de ocio, que normalmente se maneja, está relacionado con el tiempo inocupado, que se contrapone al tiempo de trabajo, tiempo de distracción, de reposo... Pero analizar este concepto como educadores nos hace ir más allá de este concepto.
Personalmente, considero que el tiempo libre tiene que ser una actitud nueva ante la vida, una forma de entender la existencia bajo el prisma de unos valores que se oponene a una mentalidad utilitarista que se ha ido creando en nosotros, la sociedad desarrollada a la que pertenecemos.
La educación en el tiempo libre
El T.L. asimilado como una nueva visión, requiere una acción educativa, que se realizará fundamentalmente en el éste, concevido como espacio. Este espacio debe ser aquel que proporciona unas realidades y una red de intercambios capaz de estimular un aprendizáje autónomo.La educación en en Tiempo Libre, nos ofrece un contacto con la realidad, la opción de crecer y avanzar libremente como personas, medios para desarrollar nuestros potenciales y establecer una red de amistades libremente escogidos, fuera de los lugares habituales como puede ser por ejemplo, el instituto.
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